Nadar tranquilamente no ofrece los mismos resultados que la natación con intensidad. La duración de la natación y el tipo de formación desempeñan un papel en la velocidad a la que se puede perder grasa.
Paso 1
Nadar constantemente y con frecuencia para derretir la grasa es clave. Debes entrenar durante 60 minutos diarios para quemar grasa.
Una persona de 72kg quema 511 calorías nadando durante una hora.
Paso 2
Usa los intervalos para aprovechar al máximo tu tiempo en el agua. El Entrenamiento interválico quema más calorías y grasa que el ejercicio cardiovascular tradicional.
Tu cuerpo utiliza los sistemas aeróbicos y los sistemas de energía anaeróbica durante el entrenamiento interválico. Por ejemplo, realiza una carrera de una vuelta, seguida de dos vueltas a una velocidad moderada.
Paso 3
Realiza tus movimientos en la zona quema grasa, que se puede determinar mediante el cálculo de tu ritmo cardíaco máximo quema grasas. Comenzar por restar tu edad de 220 por ejemplo, si tienes 30 años, tu ritmo cardíaco máximo sería 190.
Tu zona quema grasas es entre 60 y 65 por ciento de tu ritmo cardíaco máximo, 114 a 123 por ejemplo. Este es tu ritmo cardíaco objetivo ideal, el rango en el cual podrás quemar la mayor cantidad de grasa durante la natación.
Paso 4
Impide que tus músculos se acostumbren a una sesión de entrenamiento cambiando tus entrenamientos de natación.
En lugar de sólo hacer natación freestyle, agregue pecho, mariposa, espalda y patear junto a tu entrenamiento. Añadir variedad mantiene a tus músculos comprometidos y con desafio.
Paso 5
Sal del agua. Durante salta sobre cubierta y realiza flexiones y sentadillas.
Si desarrollas músculos magros contribuyes a aumentar tu metabolismo y ayudar a quemar calorías más eficientemente. Por ejemplo, nadar 10 veces seguidas de 10 flexiones y sentadillas. Este circuito repítelo tres veces y obtendrás grandes progresos en pocas semanas.