Los peces de agua fría proporcionan ricas cantidades de proteínas y ácidos grasos esenciales, conocidos como los ácidos grasos omega 3, como también poseen menos grasas saturadas y colesterol que la carne roja. En un estudio realizado, los investigadores analizaron la salud de la próstata y los hábitos alimentarios de 20.000 hombres libres de cáncer al inicio del estudio. En el transcurso de 22 años, 2.121 de los hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata 230 no sobrevivieron. El resultado demostró que los hombres diagnosticados con cáncer de próstata que habían consumido pescado cinco o más veces por semana tenían un 48 por ciento más probabilidades de sobrevivir.
Debido a que los ácidos grasos omega-3 tienen características anti inflamatorias, el consumo regular de pescado de agua fría también puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor asociado con inflamación de la próstata. Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes como el beta caroteno y vitamina C, que apoyan tu cuerpo a ser capaz de protegerse de las infecciones y las enfermedades. Se recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes tales como bayas, tomate, sandía, calabaza y verduras crucíferas tales como brotes de bruselas, brócoli, repollo y coliflor. El antioxidante licopeno, prevalente en tomates y productos derivados del tomate, también promueve la salud de la próstata.
El maní y mantequilla de almendras proporcionan alternativas saludables para el corazón a las fuentes de grasas saturadas como mayonesa, queso alto en grasa y mantequilla. Comer nueces crudas o asadas o bien semillas de girasol en vez de papas fritas son también una buena alternativa contra las grasas trans. Recuerda consultar a tu medico antes de realizar cambios drásticos en tu dieta.