Participar en una rutina de entrenamiento que incluya ejercicios para los músculos de la espalda dará a tu espalda un aspecto más definido. Paso 1 cambia tus hábitos alimentarios. Evita comer alimentos procesados como embutidos, la comida congelada son altas en sodio y contienen grasas y productos químicos como conservantes, que causan aumento de peso y distensión abdominal.
Comer proteínas magras como el pollo, pescado y cortes magros de carne como filete mignon o arrachera. Consume carbohidratos complejos como granos enteros, cereales ricos en fibra, verduras y frutas. Paso 2 comer frecuentemente para aumentar tu metabolismo ayudando también a la pérdida de grasa. Al Consumir una pequeña comida cada tres o cuatro horas vas a prevenir caídas en los niveles de azúcar en la sangre que provocan comer en exceso.
Se recomienda tener una porción de proteína magra y carbohidratos complejos en cada comida. Por ejemplo, 4 oz. de salmón a la parrilla, 12 tazas de arroz y 1 taza de judías verdes.
Paso 3 Entrenamiento con pesas cuatro días por semana.
Realiza entrenamientos de fuerza corporal total que incluyan un ejercicio por grupo muscular. Haz ejercicios como flexiones con barra para cuádriceps, hamstings, glúteos y pantorrillas press de banca para el pecho, tríceps y flexiones de pecho. Realiza cuatro series de 10 repeticiones. Paso 4 trabaja tus músculos de la espalda dos días por semana.
Incluye ejercicios dirigidos a todos los ángulos de los músculos. Pull ups, sentadillas, espalda, extensiones para las lumbares, filas para la sección media de los músculos de la espalda, cuatro series de 10 repeticiones. Paso 5 realizar 45 minutos de ejercicio cardiovascular cuatro días por semana para quemar la grasa sobrante. Puedes tomar una clase de aeróbicos de grupo, caminar en la cinta, salir a trotar o andar en bicicleta estacionaria.
Recuerda constantemente cambiar tus opciones de cardio para evitar el aburrimiento.