Los alimentos proporcionan energía para el cuerpo, pero, en verdad, comemos por muchas razones, pero la principal es porque al cerebro le gusta comer.
Muchas veces la gente come para alimentar sus emociones, cuando esta feliz o cuando esta triste, cuando los sentimientos afectan, se llama comer emocional.
Comer emocionalmente siempre conduce a comer en exceso, cuando se come para satisfacer sus emociones y no su hambre física, puede ser difícil de parar.
Los disparadores emocionales
Los disparadores emocionales de comer más comunes incluyen:
Estrés. Esta es la razón número 1 del comer emocional. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo se inunda con la hormona cortisol, el mismo mecanismo que nos hace que deseamos alimentos azucarados, grasos y los alimentos salados.
Aburrimiento. Cuando no tienes nada más que hacer, puede que te encuentres abriendo los armarios de la cocina en busca de algo para comer.
Hábitos. A veces se come cuando llega a casa del trabajo o despues de hacer mandados sólo porque es el patrón que sigue siempre.
El tema de la alimentación emocional ha recibido mucha atención últimamente. En un estudio publicado en conductas alimentarias en agosto de 2013, informaron que las personas que tienen ansiedad apego - aquellos que temen relaciones y la intimidad - a menudo son comedores emocionales. Ellos interpretan su ansiedad como el hambre y comen para calmar sus sentimientos.
Comida Confort
Los comedores emocionales tienden a gravitar hacia alimentos de la comodidad - los alimentos que traen buenos recuerdos, a menudo de su juventud. alimentos confort se preparan por lo general de una manera sencilla, hogareña y tienden a ser altos en grasa y calorías cargado con: macarrones con queso, puré de papas, espaguetis y albóndigas, pollo frito, pastel de queso y chocolate.
No es fácil, pero es importante distinguir entre la alimentación emocional y el hambre real, es posible poner límites y fronteras en sus hábitos alimenticios emocionales que incluyen:
1. Hágase consciente al comer, consiste en comer lentamente, saboreando cada bocado, oler el aroma de los alimentos, y mirándolo atentamente antes de poner en su boca.
2. Construir control de los impulsos a través de la práctica.
3. Use su mano no dominante para comer. Un estudio de 2011 por investigadores encontró que esta estrategia puede reducir la cantidad que come.
4. Enfriar los antojos. Soñando con el sabor de un alimento en particular, como una barra de chocolate, aumenta los antojos - estimula el cerebro para comenzar a anticipar el sabor hasta el punto que usted puede comenzar a salivar. Así que ponga un punto de vista diferente sobre las expectativas de su lengua. Por ejemplo, pensar en un montón de crema batida como la crema de afeitar.
5. Practica la respiración profunda, pero la adición de oxígeno a su cerebro le ayuda a pensar con mayor claridad y tomar mejores decisiones de alimentos, sobre todo cuando se está estresado.
DIETA LIPOFIDICA PARA BAJAR 15 KILOS EN 30 DIAS
COMO COMBATIR LA DEPRESION AL INICIAR UNA DIETA