
La dieta africana es un término que abarca las diversas cocinas y tradiciones alimentarias del continente africano y su diáspora.
La dieta africana es rica en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales, frijoles, nueces y semillas, así como pescado, huevos, aves y yogur.
La dieta africana también incluye una variedad de especias y hierbas que añaden sabor y beneficios para la salud a los platos.
La dieta africana no sólo es deliciosa, sino también nutritiva y beneficiosa para prevenir y controlar enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas y la obesidad.
La dieta africana tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones de África, donde la gente cultivaba cultivos como cebada, trigo, mijo, sorgo, teff, ñame, batatas, yuca, plátanos, plátanos y okra.
También domesticaron animales como ovejas, cabras, vacas y gallinas.
La dieta africana estuvo influenciada por el comercio y la migración de personas a través del continente y más allá, lo que resultó en una fusión de culturas y cocinas.
Por ejemplo, la cultura swahili surgió de la interacción de comerciantes bantúes, árabes, indios y persas a lo largo de la costa de África Oriental.
La cocina suajili incluye platos como el pilau (arroz cocinado con especias), el biryani (arroz con carne o verduras), las samosas (pasteles fritos con rellenos salados), el chapati (pan plano), el kachumbari (ensalada con tomates, cebollas y cilantro) y el mandazi. (rosquillas fritas)
La dieta africana también estuvo determinada por la historia de la esclavitud y la colonización, que trajeron nuevos alimentos e ingredientes a África y su diáspora.
Algunos de estos alimentos incluyen maíz, papa, tomate, pimiento, maní, calabaza y frijol de las Américas; arroz de Asia; y café de Etiopía.
La diáspora africana se refiere a las personas de ascendencia africana que viven en otras partes del mundo debido a la trata transatlántica de esclavos o la migración voluntaria.
La diáspora africana incluye regiones como el Caribe, América del Sur, América del Norte y Europa.
La cocina de la diáspora africana refleja la adaptación e innovación de la dieta africana a diferentes entornos y culturas.
Por ejemplo, en el Caribe, platos como el pollo Jerk (pollo picante a la parrilla), el ackee y el pescado salado (el plato nacional de Jamaica elaborado con una fruta y pescado seco), el callaloo (un guiso de verduras de hojas verdes) y el roti (un tipo de pan plano) son populares.
En Brasil, platos como la feijoada (un guiso de frijoles negros con carne), el acarajé (un pastel de frijoles frito relleno de camarones), la moqueca (un guiso de pescado con leche de coco) y el vatapá (una salsa cremosa hecha con pan, maní y leche de coco). y camarones) son comunes.
En Estados Unidos, platos como el gumbo (una sopa con okra, carne o marisco), el jambalaya (un plato de arroz con carne o marisco), la col rizada (una verdura de hoja cocinada con tocino o jamón), el pan de maíz (un pan hecho con harina de maíz) y pastel de camote (un postre hecho con batatas) son ejemplos de comida para el alma o cocina sureña que tienen influencias africanas.
La dieta africana se basa en una pirámide alimenticia creada por Oldways, una organización sin fines de lucro que promueve una alimentación saludable a través de dietas basadas en el patrimonio. La pirámide alimenticia muestra las cantidades relativas de alimentos que deberían constituir una dieta típica a lo largo del tiempo.
La base de la pirámide se compone de verduras de hojas verdes (como col rizada, espinacas, col rizada y hojas de mostaza), tubérculos (como ñame, batata y yuca), frijoles (como guisantes de ojo negro, lentejas y garbanzos), nueces. (como almendras, nueces y pistachos) y cereales (como arroz, mijo, sorgo y teff).
Estos alimentos aportan carbohidratos, fibra, proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para la salud. El siguiente nivel de la pirámide está formado por frutas (como mangos, plátanos, piñas y papayas), verduras (como zanahorias, remolachas, brócoli y berenjenas) y aceites saludables (como aceite de oliva, aceite de coco y aceite de palma).
Estos alimentos aportan más vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos que protegen contra enfermedades. El tercer nivel de la pirámide está formado por salsas y adobos caseros elaborados con hierbas y especias (como ajo, jengibre, cúrcuma, comino, cilantro, canela, cardamomo, clavo, nuez moscada, pimentón, chile, pimienta, perejil, cilantro, albahaca, tomillo, orégano, romero, salvia y menta).
Estos alimentos aportan sabor y aroma a los platos, además de mejorar la digestión, el metabolismo y la inmunidad. El cuarto nivel de la pirámide está formado por pescado, huevos, aves y yogur.
Estos alimentos proporcionan proteínas, calcio, hierro, zinc y vitamina B12 de alta calidad que son importantes para la salud de los músculos, los huesos y la sangre. La cima de la pirámide está formada por carnes y dulces.
Estos alimentos deben consumirse con moderación, ya que tienen un alto contenido calórico, grasas saturadas, azúcar y sal que pueden aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas4
La dieta africana no es sólo una forma de comer, sino también una forma de vida.
La dieta africana es una celebración del rico patrimonio cultural y la diversidad del continente africano y su diáspora.
La dieta africana es una forma de honrar a los antepasados y su sabiduría, así como de conectar con las generaciones presentes y futuras.
La dieta africana es una forma de disfrutar la generosidad de la naturaleza y la variedad de sabores y texturas que ofrece.
La dieta africana es una forma de compartir comida e historias con familiares y amigos, además de expresar gratitud y hospitalidad.
La dieta africana es una forma de nutrir el cuerpo, la mente y el alma con alimentos saludables que promueven la salud y la felicidad.