La cirugía bariátrica es un tipo de cirugía para bajar de peso que cambia el tamaño y la forma de su estómago y, a veces, de sus intestinos, para ayudarlo a perder peso.
Sin embargo, la cirugía por sí sola no es suficiente para alcanzar y mantener un peso saludable.
También es necesario seguir una dieta bariátrica, que es un conjunto de pautas que le ayudan a comer los alimentos y las porciones adecuadas para su nueva anatomía y metabolismo.
Estas son algunas de las principales características de una dieta bariátrica: Una dieta bariátrica consta de diferentes etapas, dependiendo de qué tan lejos esté de la fecha de su cirugía.
Las etapas son: líquidos claros, líquidos plenos, alimentos en puré, alimentos blandos y alimentos regulares.
Cada etapa tiene sus propias reglas sobre qué se puede comer y beber, cuánto y con qué frecuencia.
Debe seguir cuidadosamente las instrucciones de su médico o dietista y pasar de una etapa a la siguiente sólo cuando esté listo.
Una dieta bariátrica enfatiza la ingesta de proteínas, ya que las proteínas son esenciales para preservar la masa muscular, curar heridas y prevenir infecciones después de la cirugía.
Debes intentar consumir al menos entre 65 y 75 gramos de proteína por día1, dependiendo de tus necesidades individuales.
Se deben consumir primero alimentos ricos en proteínas en cada comida, como huevos, carnes magras, pescado, aves, productos lácteos, productos de soja o suplementos proteicos.
Una dieta bariátrica limita la ingesta de carbohidratos, especialmente los refinados, que tienen un alto contenido de azúcar y un bajo contenido de fibra.
Estos incluyen dulces, postres, pasteles, panes, cereales, arroz, pasta, patatas, maíz y otras verduras con almidón.
Estos alimentos pueden causar el síndrome de dumping, que es una afección en la que los alimentos pasan demasiado rápido del estómago al intestino delgado, provocando náuseas, vómitos, diarrea, mareos, sudoración y taquicardia.
También pueden aumentar sus niveles de azúcar en sangre e interferir con sus objetivos de pérdida de peso.
Una dieta bariátrica fomenta la ingesta de líquidos, ya que los líquidos son importantes para prevenir la deshidratación, el estreñimiento, los cálculos renales y las infecciones del tracto urinario después de la cirugía.
Debe beber al menos 64 onzas (8 tazas) de líquido por día, preferiblemente agua u otras bebidas sin calorías.
Se deben evitar las bebidas carbonatadas, las bebidas con cafeína, las bebidas alcohólicas y los zumos de frutas.
También debes beber líquidos entre comidas en lugar de con las comidas, ya que beber durante las comidas puede llenar el estómago y reducir la ingesta de alimentos.
Una dieta bariátrica requiere suplementos vitamínicos y minerales, ya que la ingesta reducida de alimentos y la digestión alterada pueden dificultarle la obtención de suficientes nutrientes solo de los alimentos.
Es necesario tomar un suplemento multivitamínico y mineral diario que contenga hierro, ácido fólico, calcio, vitamina B12, vitamina D y otros micronutrientes.
También es posible que necesites suplementos adicionales dependiendo de tus análisis de sangre y de las recomendaciones de tu médico o dietista.
Una dieta bariátrica implica hábitos alimentarios conscientes, como comer lentamente, masticar bien, detenerse cuando está lleno, medir las porciones, llevar un diario de alimentos, planificar las comidas con anticipación, evitar distracciones mientras se come y afrontar la alimentación emocional.
Estos hábitos pueden ayudarle a disfrutar más de su comida, evitar comer en exceso o de menos, controlar su progreso y lidiar con el estrés o el aburrimiento sin recurrir a la comida.
Una dieta bariátrica no es una dieta temporal ni de moda.
Es un compromiso de por vida que requiere dedicación y disciplina.
Siguiendo una dieta bariátrica, podrás mejorar tu salud, calidad de vida y autoestima después de la cirugía.