Dieta Microbiota para Bajar de Peso

26 septiembre, 2023
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La dieta de la microbiota: cómo comer para tener un intestino y un cuerpo sanos ¿Qué es la dieta de la microbiota? La dieta de microbiota es un tipo de dieta que se centra en mejorar la cantidad y diversidad de bacterias saludables en el intestino.

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro tracto digestivo y desempeña un papel vital en nuestra salud y bienestar.

La microbiota intestinal puede afectar nuestra digestión, inmunidad, metabolismo, estado de ánimo e incluso nuestro riesgo de desarrollar diversas enfermedades.

La dieta de la microbiota tiene como objetivo nutrir y equilibrar la microbiota intestinal proporcionando alimentos que sean beneficiosos para el crecimiento y la supervivencia de las bacterias buenas y evitando alimentos que sean perjudiciales o perjudiciales para el ecosistema intestinal.

La dieta de la microbiota no es una dieta estricta o rígida, sino más bien un enfoque general que puede adaptarse a las necesidades, preferencias y objetivos individuales.

 

¿Cuáles son los beneficios de la dieta de la microbiota?


 

La dieta de la microbiota puede aportar muchos beneficios para nuestra salud física y mental, como por ejemplo: Mejorar nuestra digestión y prevenir o tratar trastornos digestivos, como estreñimiento, diarrea, síndrome del intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y síndrome del intestino permeable.
Mejorar nuestro sistema inmunológico y protegernos de infecciones, alergias, enfermedades autoinmunes y cáncer.

Regular nuestro metabolismo y ayudarnos a mantener o perder peso, así como prevenir o controlar trastornos metabólicos, como la obesidad, la diabetes y la enfermedad del hígado graso.

Modular nuestro estado de ánimo y función cerebral y prevenir o aliviar trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad, el autismo y la enfermedad de Alzheimer.

 

¿Qué comer para la dieta de la microbiota?


La dieta de la microbiota consta de una variedad de alimentos ricos en nutrientes y fibra, y bajos en aditivos y toxinas.
Algunos de los principales componentes de la dieta de la microbiota son: Probióticos: Los probióticos son microorganismos vivos que pueden conferir beneficios para la salud al huésped cuando se consumen en cantidades adecuadas.

Los probióticos pueden ayudar a reponer y diversificar la microbiota intestinal, así como a modular su actividad e interacciones con el huésped.

Los probióticos se pueden encontrar en alimentos fermentados, como el yogur, el kéfir, el chucrut, el kimchi, el miso, el tempeh, la kombucha y el pan de masa fermentada.

Los probióticos también se pueden tomar como suplementos, pero es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de hacerlo.

Prebióticos: Los prebióticos son carbohidratos no digeribles que pueden estimular el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas en el intestino.

Los prebióticos pueden actuar como alimento para los probióticos y mejorar sus efectos en el huésped.

Los prebióticos se pueden encontrar en alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, cereales, legumbres, nueces, semillas, hierbas y especias.

Algunos ejemplos de alimentos prebióticos son las manzanas, los plátanos, las cebollas, los ajos, los puerros, los espárragos, las alcachofas, la avena, la cebada, las semillas de lino, las almendras, los pistachos, el cacao y la canela.

Polifenoles: Los polifenoles son compuestos vegetales que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Los polifenoles también pueden modular la microbiota intestinal al inhibir el crecimiento de bacterias dañinas y mejorar el crecimiento de bacterias beneficiosas.

Los polifenoles se pueden encontrar en alimentos ricos en color o sabor, como bayas, uvas, granadas, cítricos, manzanas, cerezas, ciruelas, té, café, cacao, vino tinto, aceite de oliva, cúrcuma, jengibre y romero.


Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que tienen efectos antiinflamatorios y neuroprotectores.

Los ácidos grasos omega-3 también pueden influir en la microbiota intestinal al aumentar la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que son metabolitos beneficiosos que pueden nutrir el revestimiento intestinal, regular el sistema inmunológico y mejorar la función cerebral.

Los ácidos grasos omega-3 se pueden encontrar en alimentos ricos en aceite o grasa, como el pescado, el salmón, el atún, la caballa, las sardinas, el arenque, las nueces, las semillas de chía y las semillas de lino.

 

¿Qué evitar en la dieta de la microbiota?


 

La dieta de la microbiota también implica evitar o minimizar alimentos perjudiciales o perjudiciales para la microbiota intestinal.
Algunos de estos alimentos son: Alimentos procesados: Los alimentos procesados ​​son alimentos que han sido alterados de su estado natural agregando o eliminando ingredientes, como azúcar, sal, grasas, conservantes, colorantes y saborizantes.

Los alimentos procesados ​​pueden dañar la microbiota intestinal al reducir su diversidad y abundancia, aumentar su inflamación y permeabilidad y promover el crecimiento de bacterias dañinas.

Los alimentos procesados ​​también pueden perjudicar la salud del huésped al provocar obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Algunos ejemplos de alimentos procesados ​​son los dulces, pasteles, tartas, donas, refrescos, mermeladas, jarabes, cereales, pan, pasta, arroz, patatas, margarina, alimentos fritos, hamburguesas, pizzas, nachos y cerveza.

Antibióticos: Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para tratar infecciones bacterianas.

Sin embargo, los antibióticos también pueden matar las bacterias beneficiosas del intestino, junto con las dañinas.

Esto puede provocar una disbiosis, que es un desequilibrio o alteración de la microbiota intestinal.

La disbiosis puede provocar diversos problemas de salud, como diarrea, alergias, asma, obesidad, diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal y depresión.

Por lo tanto, los antibióticos deben utilizarse sólo cuando sean necesarios y prescritos por un médico, y su uso debe ir acompañado de suplementos probióticos para restaurar la microbiota intestinal.

Estrés: El estrés es un estado de tensión o tensión mental o emocional que resulta de circunstancias adversas o exigentes.

El estrés puede afectar la microbiota intestinal alterando su composición y función, así como sus interacciones con el huésped.

El estrés también puede afectar el eje intestino-cerebro, que es la comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro.

El estrés puede causar o empeorar trastornos digestivos, trastornos del estado de ánimo, trastornos inmunológicos y trastornos metabólicos.

Por lo tanto, el manejo del estrés es esencial para mantener una microbiota intestinal sana y un cuerpo sano.

 

Resumen


 

La  dieta microbiota es un tipo de dieta que se centra en mejorar la cantidad y diversidad de bacterias saludables en el intestino.

La microbiota intestinal desempeña un papel vital en nuestra salud y bienestar y puede verse influenciada por nuestras elecciones de alimentos y hábitos de estilo de vida.

La dieta de la microbiota consiste en ingerir alimentos beneficiosos para la microbiota intestinal, como probióticos, prebióticos, polifenoles y ácidos grasos omega 3, y evitar alimentos nocivos o perjudiciales para la microbiota intestinal, como alimentos procesados, antibióticos, y estrés.

La dieta de la microbiota puede aportar muchos beneficios para nuestra salud física y mental, como mejorar nuestra digestión, inmunidad, metabolismo, estado de ánimo y prevenir o tratar diversas enfermedades.

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